domingo, 8 de octubre de 2017

Bloodborne


Bloodborne es el videojuego rpg-hack&slash que responde de forma definitiva a la vieja pregunta "¿Quién ganaría en una pelea: hombres-lobo o vampiros?" Cthulhu. Cthulhu gana. O los Grandes Antiguos, para el que esté metido en lore lovecraftiano.
Si, es cierto; en Bloodborne cuando la epidemia de bestias que no son para nada hombres-lobo azota Yharnam, los cazadores con armas trucadas y cuyas habilidades son potenciadas con sangre y que para nada son vampiros, son enviados a hacer su versión semanal de La Purga, manipulados por un dios que vive en una pesadilla y que está en perpetua guerra con el resto de dioses; todo esto mientras nuestro protagonista va explorando el mundo de la vigilia y las pesadillas que estos dioses oscuros manifiestan. Y eso es lo más cercano a una sinopsis que puedes sacar de Bloodborne, dado que sigue la fórmula que caracteriza a la saga Souls en la que la historia se cuenta no contándola, sino lanzando un montón de incógnitas al aire y dejando que el jugador una las piezas por sí mismo. Pese a mi tono sarcástico, la saga Soulsborne es mi favorita de todos las tiempos por su desafío endiablado, perfecta ambientación y atención al detalle y sutil epicidad; y de todos ellos (cinco actualmente) Bloodborne bien podría sentarse en la cima por su combate frenético, exploración cuidadosa e innovador diseño.



Recuerdo cómo Bloodborne salió casi a la par con The Evil Within, y cómo el segundo me entraba la risa solo de verlo por su concepto de "terror" donde tu personaje es un viajero en el tiempo, que si muere simplemente reaparece en el último checkpoint y cómo la tensión y el misterio se desvanecen ante esta mecánica. Bloodborne trata el terror de una forma diferente. No solo con jumpscares o personajes con un diseño escatológico y grotesco (que también). La tensión se crea cuando el jugador está falto de recursos (balas, curación y objetos consumibles), lleva un rato explorando, tiene un buen número acumulado de ecos de sangre (la moneda del juego, que se usa para comprar objetos y subir de nivel), el siguiente santuario seguro no aparece y literalmente cualquier cosa con ganas de convertir tus entrañas en un festín puede estar a la vuelta de la esquina, listo para hacer que pierdas todo lo que tienes.
Bloodborne además deja que aprendas a temer a tus enemigos, no porque una cinemática establezca que son muy malos malosos, sino porque te han pillado una vez y te han dejado el culo abierto. Pregúntale a cualquier jugón de Bloodborne por las mujeres-cerebro y su estrés postraumático se encenderá tan fuerte que hasta tú podrás experimentar sus flashbacks.
Por último, Bloodborne, en su temática de horror cósmico, tiene una mecánica llamada "Lucidez" que representa la capacidad de tu personaje de ver a través de la pesadilla y abrir su mente a las horribles verdades del mundo. Cuantos más puntos de lucidez acumules, peores cosas vas a ver. Observándote. Y no hay forma de huir de ellas. Por otro lado, a menos lucidez, menor riesgo de sufrir demencia, un estado que de activarse reduce la salud a un 10% del total y que ciertos enemigos pueden inducir.

Pero los enemigos y mecánicas de castigo son solo una parte. Bloodborne posee uno de los mundos mejor diseñados que jamás se hayan inscrito en un blue-ray. Con lugares oscuros llenos de recovecos con cosas horribles acechando en ellos, secretos y un apartado sonoro que pone los pelos de punta y que, en mi humilde opinión musical, transmite a la perfección la naturaleza pesadillesca de la historia. Solo escucha el tema principal.



Para acabar, no se puede hablar de la saga Soulsborne sin hablar de sus jefes y aquí es donde se introdujeron por primera vez los combates por fases, donde al reducirle la vida hasta cierto punto, el enemigo en cuestión se verá más frustrado y encabronado, desbloqueando una nueva serie de ataques y movimientos que harán la pelea más encarnizada. Como ejemplo perfecto de esta mecánica tenemos el trailer de lanzamiento, donde se ve al Padre Gascoigne, mi jefe favorito de toda la historia del mundo mundial. Especial atención a la música.


Así que, para cerrar ya... Pros y contras!
Lo mejor:
> Amplia personalización
> Apartado artístico magistral
> Jugabilidad ágil y frenética
> Mundo extenso e intrincado, con mucha exploración vertical
> Mazmorras generadas aleatoriamente
> El juego no te coge de la mano en ningún momento, tus victorias son ganadas y merecidas
> El DLC es una expansión como Dios manda, no un pack de chorradas de colores por 12 pavos

Lo peor:
> Tiempos de carga insultantemente largos, aumentando la frustración al morir
> El juego apenas da una frase de explicación por cada una de sus mecánicas, haciendo una vez más que sea frustrante y confuso para recién llegados
> Algunos enemigos te pueden matar de un toque, lo cual siempre causa mareas de rabia
> En ocasiones te ves obligado a farmear balas y curación
> Es exclusivo para PlayStation 4, y ningún juego es digno de desembolsar 400 € por un PC castrado más la suscripción de 50 anuales a PS+ si quieres probar la funcionalidad online.

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